martes, 30 de agosto de 2011

De ligas bipolares

Tras la primera jornada de Liga, más de lo mismo: 0-6 para el Real Madrid y 5-0 del Barcelona. Quizá algo más sangrante este último al firmar el resultado ante el Villareal, un equipo Champions. Pero es que la explicación creo que es muy sencilla: estamos ante un equipo legendario y ante su más directo perseguidor.

Mientras veía el partido del Barcelona, la palabra más repetida tanto en twitter como en las radios era una: BIPOLAR. Que si repartos económicos, que si liga devaluada... No nos hagamos líos.

Ayer el ManU, uno de los equipos más grandes de Europa, zarandeó al Arsenal (no es el Montijo...) endosándole un sonrojante 8-2. Hace pocos meses, el Barcelona jugaba con (y no contra) el ManU en la final de la Champions.

El Barcelona lleva varios años goleando a equipos con el Arsenal o Bayern en Europa. El Real Madrid el año pasado goleaba al Tottenham también en Champions... En cualquier liga europea en la que jueguen el Barcelona y el Real Madrid, el torneo sería un mano a mano entre ambos. A un solo partido, cualquiera de los dos podría caer: una noche mala, decisión en contra, mala suerte o simplemente que no salgan las cosas (aunque no lo parezca, son chavales de carne y hueso).

Pero en un campeonato de 30 partidos, cualquiera de esos equipos acabaría a más de 10 puntos de distancia de los dos transatlánticos.

Insisto, en la actualidad estamos ante el mejor equipo de fútbol que yo haya visto, y el equipo que le muerde los talones.

lunes, 29 de agosto de 2011

Desde que existen las escusas...

Hemos pasado del Real Madrid del Régimen, donde los blancos eran el equipo de Franco y el equipo del Gobierno, al Barcelona del Villarato, donde los culés ganan gracias a Villar, los árbitros, la desidia de los equipos rivales, Unicef...etc. Las excusas han aumentado, pero el fondo es el mismo: el equipo que pierde tiene que justificarse de alguna manera. 

El problema es que los altavoces han cambiado, por lo que hay muchísimo más ruido en la actualidad, al existir más medios de propaganda, que es en lo que se han convertido los diarios y las tertulias deportivas. 
Hoy el madridismo clama en contra del Villarato a favor del Barcelona, cuando hace no mucho tiempo (coincidiendo con sus victorias), quienes utilizaban esos argumentos no eran más que plañideras que no sabían perder
Contra el Real Madrid de Di Stefano o el de la Quinta de Buitre, arrolladores los dos, siempre caía desde el lado blaugrana la sospecha de la adulteración. Pues bien, las tornas han cambiado. Cualquier éxito actual del "de los de ahí arriba" (así denomina algún "periodista" al Barça), es menospreciada y denostada. Los rivales del Barcelona son equipos temibles y arrolladores hasta ser vencidos, momento en el cual se convierten en bandas compuestas por futbolistas de medio pelo. Basta con escuchar lo que se decía ayer tras el 8-2 del ManU, y lo que se decía del mismo equipo tras la final de Wembley.

Y si no podemos meternos con el rival, aparece el árbitro, siempre al quite del equipo blaugrana. El último episodio lo tenemos en la Supercopa de Europa que enfrentó al equipo de Guardiola con el Oporto. El Barcelona ganó su 12º título de los últimos 15 disputados, cifras que hacen historia y hablan a las claras del dominio actual. Sin embargo, para algunos "periodistas", el partido completo se resume en una palabra: robo. Abidal comete penalty con 1-0 en el marcador. Un error. Dicho error sirve para propagar toda la teoría del Villarato, Platinato y demás. Sin embargo, nada se dice cuando en ese mismo partido el árbitro no aplica la ley de la ventaja en una jugada en la que se iban Pedro y Messi solos contra el portero y que pudo suponer el 2-0. "Bueno, son errores del árbitro"... Distinta vara de medir. "Bueno, tendrían que meterlo!!"... el penalty también.

En la Supercopa española también se hablaba de robo por un posible penalty de Valdés a Cristiano, pero nada se dice de las posibles expulsiones tanto de Pepe como de Kedhira.

Pero el ejemplo más bochornoso, en mi opinión, se produjo en la eliminatoria de semifinales de Champions que vivimos hace no muchos meses. 180 minutos se resumen en una jugada: la expulsión de Pepe. Pero si la excusa ya flojea, mejor es la argumentación aplicada: "el Madrid debió pasar la eliminatoria porque si no expulsan a Pepe, hubiera sido 0-0 en el Bernabeu y 1-1 en el Camp Nou". Es decir, que sin una expulsión en el minuto 60, se da como hecho probado que no habría pasado nada en el partido. Pero además, se da por hecho que el resultado siguiente también sería de 1-1... Esperpéntico. Se dá por sentado que de haber variado un lance del juego, el desarrollo del mismo se habría mantenido invariable. Una jugada, de la que cuatro meses después todavía seguimos viendo imágenes y sigue sin haber consenso.

Los que hace años no creían en complots, regímenes y ayudas, acusando (con razón) de llorones a los perdedores, son los que hoy claman contra cualquier confusión a la que poder agarrarse para empequeñecer los éxitos de un equipo que está marcando leyenda tanto por estilo de juego como por éxitos.

En la actualidad, además se produce un hecho curioso, y es que coincide el ciclo glorioso del Barcelona con los mejores años de nuestra selección, campeona de Europa y del Mundo en los dos últimos torneos disputados. Se dá la paradoja de que la columna vertebral del combinado nacional está formado por jugadores blaugranas (9 en la última convocatoria, sin contar los centrales titulares). Pues bien, para resumir la falta de criterio y la distinta vara de medir, una imagen vale más que mil palabras: